Fundamentacion
“Leer y escribir son operaciones altamente complejas que por su banalidad informática y su inserción cotidiana en el registro de la vida pública y privada ocultan su propio misterio. Recordemos que Saussure nos decía que el hombre pudo no haber hablado o hablado de otra manera más allá de las determinaciones fisiológicas de su aparato fonador- articulatorio. Podríamos hacer uso de la analogía y decir que el hombre pudo no haber escrito nunca y por ende no haber leído. Este enunciado, en realidad, es un sofisma histórico pues presupone como supuesto lógico, pero no diacrónico, que la lengua es anterior a la escritura y que la operación de lectura es subsidiaria de lo escrito. Intentemos pensar de otra manera: el hombre es un ser gráfico. Solo opera con grafos o inscripciones. La lectura sería por lo tanto anterior a la escritura si pensamos en la lectura de los signos del mundo y del orbe, una cosmología de lectura y una espeleología de lectura: el hombre siempre leyó los signos y los rastros del mundo (…) Leer ha sido siempre una tarea pansemiótica de la que no quedan excluidos los ágrafos: la civilización no es tanto una cuestión de escritura sino una cuestión de lectura.”1
Asumiendo que la lectura nos construye como sujetos parlantes, el libro aparece como un motivo y una excusa para problematizar distintos temas y situaciones de nuestra vida cotidiana. Porque “cuanto más capaz es uno de nombrar lo que vive, más apto será para vivirlo, y para transformarlo. Mientras que en el caso contrario, la dificultad de simbolizar puede ir acompañada de una agresividad incontrolable. Cuando carece uno de palabras para pensarse a si mismo, para expresar su angustia, su coraje, sus esperanzas, no queda más que el cuerpo para hablar: ya sea el cuerpo que grita con todos sus síntomas, ya sea el enfrentamiento violento de un cuerpo con otro, la traducción en actos violentos.”2
El Proyecto Educativo Institucional del Colegio Integral Dr. Carlos P. López Piacentini intenta brindar a sus alumnos en cada año lectivo, los medios que le permitan construir su capacidad de acción para que haciéndose dueños de su destino puedan incorporarse activamente a la vida social, cultural, económica y política de la comunidad y construir el futuro de una sociedad democrática.
Para tal desafío, surge la necesidad de escuchar a la comunidad de Resistencia, atender sus demandas e intervenir activamente desde el trabajo académico institucional con lo que hemos dado en llamar Feria del Libro, que constituye la expresión máxima del diseño curricular del colegio.
El fin de la muestra anual es revalorizar la lectura, que constituye un proceso semiótico profundo, como instrumento fundamental de intercambio y de enriquecimiento lingüístico e histórico- cultural, de apertura de mundos interiores y sociales, brindando la oportunidad tanto a alumnos, docentes, padres y la comunidad chaqueña en general, de tener un contacto directo con el libro, formando lectores que lo experimenten como una fuente de goce, apertura, conocimiento e información.